Separaciones y vivienda: qué pasa con el piso familiar
Durante una separación o divorcio, la vivienda familiar se convierte en uno de los temas más delicados. Decidir quién la usa, quién la mantiene o si se vende puede generar tensiones. Conocer la normativa vigente te permitirá actuar con justicia y claridad.
Vivienda en propiedad conjunta
Si la vivienda pertenece a ambos cónyuges, su destino dependerá de si existen hijos menores o dependientes. En la mayoría de los casos, el uso y disfrute se concede a quien tenga la custodia de los hijos, aunque la propiedad siga siendo compartida.
Cuando no hay hijos, las partes pueden acordar la venta o la adjudicación a uno de los propietarios mediante compensación económica.
Venta o liquidación de la vivienda
Si ninguna parte desea conservar la propiedad, la venta del inmueble es la opción más práctica. Permite repartir los beneficios y cerrar una etapa sin cargas. En este caso, contar con una inmobiliaria profesional como Inmogarsan garantiza una venta ágil, transparente y al mejor precio de mercado.
Vivienda en régimen de alquiler
En caso de alquiler, el contrato puede mantenerse o rescindirse según lo acordado. Es fundamental revisar quién figura como titular y si el arrendador acepta la continuidad o prefiere finalizar el contrato.
Asesoramiento profesional
Contar con el acompañamiento de expertos inmobiliarios y jurídicos es esencial para evitar conflictos y encontrar soluciones equilibradas. Además, un perito inmobiliario puede determinar el valor real del inmueble si es necesario repartirlo o venderlo.
Las separaciones son procesos emocionales y legales complejos. Sin embargo, con la orientación adecuada, es posible resolver la situación de la vivienda de forma justa y ordenada. En Inmobiliaria Garsan, te ayudamos a tomar decisiones informadas que protejan tus intereses y tu patrimonio.